El canciller Santiago Cafiero defendió hoy ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado la política argentina frente a la invasión de Rusia a Ucrania y aclaró que la oferta del presidente de la Nación, Alberto Fernández, a su par ruso, Vladimir Putin, de que la Argentina fuera “puerta de entrada” de aquel país a Latinoamérica era por una cuestión “estrictamente comercial”, y destacó la prolongación en el tiempo de la política de Estado de la Argentina ante el conflicto con el Reino Unido por la soberanía de las Islas Malvinas.

“Se tergiversó lo que el presidente Fernández le dijo a Putin. Era una cuestión comercial. Simplemente comercial. El sentido de la visita a Rusia fue el de un presidente que busca generar inversiones en la Argentina”, aclaró Cafiero durante su visita a la Cámara alta.

Ante una veintena de senadores, y durante casi cuatro horas, el canciller recordó que “la relación comercial con Rusia es muy baja” y que ocurre lo mismo “con Latinoamérica”.

“Ahí se inscribe lo que el presidente plantea. Que Argentina sea puerta de entrada. Esto no tiene contenido ningún contenido bélico ni armamentístico. Era estrictamente comercial. Lo que planteó el presidente se inscribe en el plano comercial”, remarcó.

En ese aspecto evaluó que “la escalada que se daba antes de la visita del presidente era de un conflicto preexistente”.

“La comunidad internacional estaba haciendo esfuerzos para que esa escalada no llegara a una invasión como la que vemos hoy. El presidente Fernández fue el 2 de febrero. (El presidente de Francia, Emanuel) Macron fue a la semana siguiente y se sentó en la misma mesa”, recordó.

Además, el ministro de Relaciones Exteriores afirmó que “no existen posturas internas distintas” frente al conflicto en Ucrania dentro de la Cancillería: “La posición del gobierno es la posición de la Cancillería”, marcó.

“No es que la Cancillería hoy vota por un lado y luego por el otro. Se expresa en los foros competentes. Y en el tiempo adecuado. Además, Argentina no tiene normas para imponer sanciones unilaterales”, aseveró.

El ministro también adelantó que la Argentina no acompañará la propuesta de algunos países centrales de separar a Rusia del Grupo de los 20, durante la reunión que se llevará a cabo en los próximos meses.

“Argentina no acompaña separación de Rusia de G20. Creemos en el multilateralismo. Este foro que es estrictamente económico debe trabajar sobre las economías del mundo. Argentina no está de acuerdo en practicar multilateralismo sin países”, sentenció.

También Cafiero cuestionó la decisión del gobierno del ex presidente Mauricio Macri de cortar relaciones con Venezuela.

“Pensamos que fue algo muy nociva esa política exterior del gobierno anterior. Se privó tener información primera mano. Complicó a empresarios argentinos que hacen sus negocios ahí”, enfatizó.

Al respecto, advirtió que “Argentina planteó que en Venezuela hay violaciones de derechos humanos” ante el Consejo de los Derechos Humanos de Naciones Unidas.

“En Colombia, en Chile, en Argentina tenemos violaciones a los derechos humanos”, enumeró Cafiero y aclaró: “Cuando hay violencia institucional, vemos que se violan los derechos humanos. ¿En la Argentina hay violencia institucional? Sí. Bueno eso es violación de derechos humanos”.

Desmalvinización

El principio de acuerdo alcanzado entre el vicecanciller del gobierno de Cambiemos, Carlos Foradori, y su par de Relaciones Exteriores del Reino Unido, Alan Duncan, sobre el conflicto por las Islas Malvinas firmado en 2016 fue objeto de una serie de discusiones entre el oficialismo y la oposición.

El tema fue citado por la oficialista fueguina María Eugenia Duré quien habló de “cuatro años de desmalvinización” durante el gobierno de Mauricio Macri y afirmó que “se entregaron recursos naturales de pesca, comercio e hidrocarburos” citando el libro de memorias de Duncan quien deslizó que durante la discusión del acuerdo Foradori no habría estado sobrio.

La opositora Lucila Crexell dijo que “a las memorias Duncan no les podemos dar entidad oficial” y anunció que iba a “defender el buen nombre y honor del embajador Foradori”.

El jefe del interbloque de senadores del Frente de Todos, José Mayans, cruzó a Crexell y habló de una “violación flagrante de la soberanía argentina”.

“El comunicado que se dio a conocer en aquel tiempo no tiene firma. Lo que hizo la Cancillería fue empezar un sumario de investigación sobre la situación del comunicado, no sobre la persona. Y se desarticularon los dos ejes más duros que tenía el acuerdo: el punto que habilitaba la explotación pesquera y de recursos naturales, y el de los vuelos”, respondió Cafiero.

Sin embargo, agregó que “el tema Malvinas, no importan los gobiernos o el color político, siempre estuvo”, y aclaró: “A veces más retraído, pero siempre estuvo”.