Por las decisiones que toma, uno puede suponer cuál es el once ideal de Gustavo Munúa: Moyano; Vera, Calderón, Brítez y Corvalán; Machuca, Portillo, Roldán y González; Luna Diale y Álvez.

Hoy, por distintos motivos, no tuvo en cancha a cinco de esos seis titulares: Vera (lesión muscular), Corvalán (fiebre), Machuca (recién recuperado de una lesión muscular), Roldán (lesión muscular) y Luna Diale (lesión muscular).

Tampoco a dos que hubieran sido titulares ante esas bajas: Blasi (se recupera de una lesión en la rodilla) y Nardoni (suspendido). A ese panorama le sumó otra baja: Moyano pidió el cambio en el primer tiempo, por una molestia aparentemente en su rodilla.

Por eso el triunfo ante Platense fue muy festejado: porque no sólo sirvió para recuperarse de la derrota ante Sarmiento, sino porque además se logró con un equipo muy diezmado.

En el primer tiempo Unión no jugó bien. Platense manejó mejor la pelota, aunque sin inquietar: apenas dos remates de media distancia que Mele controló bien. El local estuvo impreciso, pero tuvo las más claras: dos mano a mano que fallaron Ramos y González (ambos tras asistencias de Álvez) y un cabezazo de Juárez que tapó el arquero.

En el entretiempo, Munúa apostó por los mismos, pero duró poco. Y con los ingresos de Machuca y Peralta Bauer pasó a dominar el encuentro, en base a los desbordes del juvenil rojiblanco y la movilidad del delantero que llegó desde San Lorenzo. Igual el desequilibrio llegó de una individualidad: Álvez presionó, robó, se sacó un defensor de encima y definió de zurda, al primer palo. Golazo.

Unión mejoró y tuvo chances para aumentar. La más clara, un remate cruzado de Bucca tras otra asistencia de Álvez. Platense apostó por centros desde tres cuartos de cancha, pero inquietó poco. La mejor que tuvo fue un remate al primer palo que Mele tapó muy bien. Unión cosechó su quinto triunfo al hilo como local y ahora apuntará a mejorar la campaña de visitante, algo que le está costando.