La sala de planta baja del Mercado Progreso recibió hace poco el nombre de Sala Mercado Editorial, dentro de una apuesta de la Secretaría de Educación y Cultura de la Municipalidad a difundir la tarea editorial de Santa Fe y la región. Como primera actividad, este domingo 19 a las 19 se realizará una lectura y exhibición editorial de la obra de Mateo Booz, a 140 años de su nacimiento.

La actividad es organizada en conjunto con la Universidad Nacional del Litoral a través de su sello editorial, que publicó la obra del autor santafesino nacido en 1881. Desde Francia, a través de una participación grabada previamente, se sumará Sergio Delgado, editor de los cuentos completos de Booz.

Además, Ediciones UNL dispondrá una mesa de venta de literatura santafesina, que incluirá los libros del autor homenajeado. Lectoras y lectores invitados recorrerán con sus voces los cuentos del libro “Santa Fe, mi país”, publicado en 1934 por Talleres Gráficos El Litoral, que integran “Mateo Booz. Cuentos completos”, la compilación publicada por la Universidad Nacional del Litoral en 1999. Se leerán fragmentos de “Los regalos de Fred Devores”, “Los inundados”, “La casa solariega”, “Bar de marinero”, “Patria de infieles” y “El pequeño mundo de Nabor Camacho”.

Durante la XXVII Feria del Libro de Santa Fe, se incorporaron a la sala donaciones de publicaciones de editoriales santafesinas, a las que se sumaron textos adquiridos por la propia Municipalidad, conformando un patrimonio de más de 200 publicaciones. El espacio está abierto para la consulta en sala.

"Toda vida crea una historia"

"Yo carezco de biografía. Mi existencia está desprovista de peripecias y de lances que puedan interesar a otros. No obstante, acaso yo tenga una biografía, cuyos contornos y sustancia no alcanzo a definir. Toda vida, por gris y monótona que se nos antoje, crea una historia", señaló Mateo Booz, seudónimo del escritor Miguel Ángel Correa. Nació en Rosario y antes de cumplir los 20 años se mudó de manera definitiva a Santa Fe, donde ejerció el periodismo, fue también gerente de banco y Director General de Escuelas y escribió ficciones sin deternerse. Es considerado el primer escritor profesional de Santa Fe y es uno de sus narradores más reconocidos, con relatos que describen el barrio Sur, las pensiones, los bares colgamos de hombres y mujeres que llegaban a la ciudad por su actividad portuaria y la vida de los pescadores entre las inundaciones periódicas del Salado.