Esta jueves cerca de las 20, en inmediaciones de la esquina de avenida Blas Parera y calle Ruperto Godoy, en el límite de los barrios Schneider y Villa Hipódromo, un hombre “al que aparentemente le habrían intentado robar su motocicleta fue ejecutado a tiros con dos disparos que lo impactaron en la cabeza”, según informó Uno Santa Fe.

La víctima, identificada como Luis Darío Orellana de 42 años, fue trasladada de urgencia al hospital Cullen “donde ingresó fallecido”.

Los automovilistas y peatones que transitaban por la zona fueron quienes denunciaron el suceso. “Al lugar llegaron oficiales y suboficiales de Orden Público y de Cuerpos, que preservaron la escena del crimen e iniciaron la investigación dialogando con los vecinos como con personas que pudieron observar el ataque criminal”, se agregó en el relato policial.

El hombre de 42 años fue examinado por los médicos de la Emergentología en el shockroom para pacientes en estado crítico, “los cuales constataron que presentaba dos impactos de bala en la cabeza, uno en el cráneo y otro en el mentón”. Una hermana de Orellana, presente en el hospital Cullen, sostuvo que el asesinato “fue al resistirse al robo de su motocicleta”.

En dicho medio, se consignó que “los policías capitalinos constataron la existencia de cámaras de videovigilancia públicas en el sector que deberían contener las imágenes del ataque criminal, como también de las privadas -domiciliarias y comerciales- que podrían aportar informaron sobre el ataque criminal contra la víctima y el accionar de los asesinos que consumaron el crimen”.

Informaron la novedad sobre la ocurrencia del ataque criminal contra Orellana y la muerte de éste a las Jefaturas de la Unidad Regional I La Capital y de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), ambas de la Policía de Santa Fe, y éstos hicieron lo propio con el fiscal de Homicidios en turno del Ministerio Público de la Acusación (MPA), que ordenó la realización de los peritajes criminalísticos de rigor en la escena del crimen.

También se ordenó el traslado del cadáver a la morgue judicial “para la realización de la necropsia, la ubicación de testigos del crimen que pudieran colaborar con información sobre el ataque criminal y el secuestro de imágenes de las cámaras de videovigilancia públicas y privadas de la zona”.