Este viernes mientras Argentina disputaba el partido contra Países Bajos, cuya victoría perimitiría el pase a simifinales del Mundial Qatar 2022, no todos estaban pendientes del seleccionado nacional. En la cárcel de Las Flores, en Santa Fe, una fuga masiva estaba prevista y fue desactivadas tras el hallazgo de dos túneles.

Un suboficial del Servicio Penitenciario escuchó ruidos repetitivos provenientes del pabellón I, por lo que detuvo su andar y fue hasta las celdas de dónde provenían los sonidos. Su escucha lo guió hasta las celdas 115, 116 y 117.

Allí convocó a los oficiales y suboficiales del Grupo Operativo de Restablecimiento del Orden GORO. Cuando se revisó la celda 115 habitada por dos presos descubrieron un socavón practicado en el piso de dimensiones importantes: 1,50 metros de largo por 0,50 de ancho. Debajo hallaron tres teléfonos celulares y un orificio que comunicaba con la celda 116 habitada por otros dos internos, y que comunicaba con la siguiente: la 117, ésta última actualmente deshabitada.

Todos los internos que participaron de la maniobra (cuatro en total) fueron separados, denunciados ante la fiscalía en turno por la comisión de los delitos de destrucción de elementos del Estado y por poseer elemento prohibidos (teléfonos celulares secuestrados), y desalojados de la unidad penitenciaria en cuestión y trasladados a la Cárcel de Coronda.

Lo que siguió fue un detallado relevamiento que realizó el personal de oficiales y de suboficiales penitenciarios, que además de las roturas descubiertas, establecieron que esa punta del pabellón I automáticamente hubiera puesto a una cantidad de internos indeterminada muy cerca del paredón oeste que dá a metros de la avenida Cafferata para una probable fuga masiva de presos, que quedó total y completamente abortada.

Ese mismo viernes, personal de Logística y de Servicios Generales de Mantenimiento, comenzaron a rellenar con hormigón armado los agujeros y fosas hechas por los presos.