Un tribunal en la ciudad de Rufino condenó este lunes a un hombre de 37 años a prisión perpetua como autor del homicidio de Juan Marcos Correa, ocurrido en el año 2020 en la localidad de Amenábar, ubicada en el departamento General López. Este crimen atroz involucró una acción brutal que se llevó a cabo en el contexto de un rito pagano.

La sentencia fue emitida por los jueces Mariana Vidal, Mauricio Clavero y Adrián Godoy, tras un juicio oral y público por el salvaje crimen cometido por Carlos Emanuel Lucero y que estremeció a esa localidad de 1800 habitantes situada 230 kilómetros al sur de Rosario, cerca de Venado Tuerto.

El homicidio de Correa tuvo lugar entre el 27 y el 30 de septiembre de 2020. Según los fiscales, Lucero aprovechó la vulnerabilidad de la víctima, que era adicta a las drogas, para atraerlo con engaños a un lugar conocido como el "nuevo basural" en Amenábar. Allí, llevó cigarrillos de marihuana, un cuchillo y un recipiente, y atacó a la víctima de manera sorpresiva, sabiendo que se encontraba en una situación de indefensión física y psicológica. Antes de quitarle la vida, infligió dolor y sufrimiento de manera deliberada.

La investigación se inició como una búsqueda de paradero el 4 de octubre de 2020, cuando un hermano de la víctima denunció su desaparición. Tras una intensa labor de agentes policiales, brigadas caninas y bomberos en varias localidades, se entrevistó a diversas personas que proporcionaron pistas cruciales. Finalmente, la confesión de Lucero a otros detenidos condujo al hallazgo del cuerpo sin vida en el "nuevo basural".

Carlos Emanuel Lucero fue condenado a prisión perpetua como autor de homicidio calificado por ensañamiento y alevosía, una sentencia que busca hacer justicia por el atroz crimen cometido en el contexto de un rito pagano.

En un pueblo chico santafesino, un crimen atroz como ofrenda a San La Muerte

Los fiscales Mauro Menéndez y Rafaela Florit, en representación del Ministerio Público de la Acusación (MPA), destacaron que "el tribunal ha condenado a Lucero con la pena que habíamos solicitado en nuestra acusación y argumentos". Subrayaron que el agresor tenía un antecedente condenatorio pendiente de prisión condicional, el cual fue unificado con la pena de prisión perpetua por el homicidio, y se revocó la posibilidad de cumplimiento condicional de la sentencia anterior.

Los fiscales también señalaron que la prueba presentada en el juicio fue contundente, incluyendo la reproducción de un registro audiovisual del macabro hallazgo del cadáver desmembrado de Correa. Las partes del cuerpo fueron encontradas enterradas bajo un altar dedicado al santo pagano San La Muerte. Además, se presentaron resultados de análisis de ADN realizados tras la exhumación del cuerpo, lo que confirmó la identidad de la víctima.

En el juicio, un miembro de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) testificó que había grabado una conversación telefónica en la que Lucero confesó haber matado a un abusador, afirmando que había ofrendado su alma en un rito pagano para saldar una deuda. Cabe destacar que Juan Marcos Correa había sido investigado previamente por un delito sexual, cuyo caso se cerró debido a la prescripción de la acción penal en 2017.

Los fiscales resaltaron el testimonio impactante del padre de la víctima, quien identificó a Lucero como el autor del homicidio. Tras la lectura del veredicto condenatorio, los familiares de Correa expresaron su conformidad con la sentencia.