La Justicia federal acaba de dictar el procesamiento sin prisión preventiva para 18 exdirectivos del Mercado de Valores del Litoral (MVL), entidad que debía fiscalizar la estafa bursátil más grande en en la historia de la región y la provincia, y ejecutada entre septiembre del 2003 y diciembre de 2012.

La decisión judicial se trata de un avance importante para seguir hurgando en la "pata" financiera y política que permitió al contador Mario Rossini estafar a miles de ahorristas (la denuncia la hicieron solo 408), por montos estimados en 250 millones de pesos a valor de 2016.

Pero Rossini no pudo haber operado solo. Lo que Bailaque reafirmó con este procesamiento es que los 18 exdirectivos implicados "omitieron los controles –que debían ejercer en su calidad de garantes-  que hubieran evitado que el dueño de Bolsafe Valores estafara a más de 400 ahorristas". Además, trabó embargo sobres sus bienes hasta cubrir la suma de 5 millones de pesos cada uno.

Lo interesante es que entre los 18 procesados se encuentran reconocidos funcionarios de lazos radicales, socialistas y del ex gobernador Carlos Reutemann. Tal es el caso de José María Candioti, ex ministro de Economía del Lole, y de su colega Pablo Tabares, ex secretario en el gabinete del exintendente José Corral.

También se destaca la presencia de Germán Huber, exvocal y presidente del Tribunal de Cuentas de la provincia en los gobiernos de Antonio Bonfatti y Miguel Lifschitz.

Además de Candioti, Tabares y Huber, los otros imputados son: José Néstor Tabares, Marcelo Fink, José Luis Renzulli, Alex Castelví, María Soledad Platino, Luis Angel Puig, Alfredo Calabrese, Juan Luis Catuogno, Walter Bernacchi, Jorge Francisco Ghiano, Alfio Martín Re, Rubén Fink, Ernesto García, Jorge Bocchietti y Alejandro Paillet.

Lo que Bailaque apuntó en su fallo es que todos ellos "omitieron en forma consciente, sus funciones de supervisión y disciplina sobre el agente bursátil Bolsafe Valores SA (...), y por lo tanto permitieron la continuación de las maniobras fraudulentas llevadas adelantes por Rossini y sus empleados".

El juez les achacó además el no haber velado "por la transparencia del mercado", lo que “generó una desprotección patrimonial e indefensión en el público inversor".

La causa Bolsafe investiga las maniobras fraudulentas que le permitieron al contador Mario Rossini quedarse con millonarias sumas de pequeños, medianos, grandes y muy grandes ahorristas de la provincia y zonas aledañas.

Lo hizo a través de su emprendimiento personal, Bolsafe Valores SA, y de otras dos firmas paralelas que utilizó para el millonario desfalco. Rossini siempre contó con gran prestigio público por sus apariciones en medios masivos de comunicación.

La investigación de este caso fue impulsada por la Fiscalía Federal N°2 de Santa Fe, a cargo de Walter Rodríguez, con la colaboración del Área de Fraudes Económicos y Bancarios de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac).

Rossini y su entorno ya fueron sometidos a juicio, y estos procesamientos son de gran interés para develar la complicidad política y empresarial que necesariamente debió tener para convertirse en el Bernie Madoff del litoral.