Personal policial de la Comisaría número 25 de barrio El Pozo debió desactivar en la noche del martes un disturbio entre reclusos del penal que estaban golpeando en grupo a un compañero.

Tras socorrer a esta persona, que luego fue derivada a otra comisaría, se realizó una requisa en la celda y se comprobó que una de las ventanas estaba siendo siniestrada -se presume- para darse a la fuga.

Es el segundo hecho de este tipo que se da este año en dicha dependencia policial. El pasado 14 de enero los uniformados lograron desactivar un intento de escape tras descubrir un boquete realizados sobre una de las paredes del penal, con complicidad de un efectivo.