Luego de que el juez del concurso de Vicentin, Fabián Lorenzini, se excusara de seguir el trámite alegando haber sufrido “violencia moral”, la Cámara de apelaciones en lo Civil, Comercial y Laboral de Reconquista desestimó esa decisión y le ordenó seguir adelante con el concurso de acreedores.

Esta definición se conoció días después de que el juez civil y comercial de Reconquista, Ramiro Avilé Crespo, rechazara en primera instancia los argumentos presentados por Lorenzini. En esa oportunidad, el magistrado le pidió que revise su excusación en el caso y luego giró el expediente a los camaristas.

El fallo de la Cámara de apelaciones fue firmado por Mauricio Sánchez, Alejandro Román y Santiago Dalla Fontana, quienes sugirieron que Lorenzini “no ha explicitado de qué manera el hecho de haber sido denunciado en el marco de la ley 7050 afecta su libertad de decisión en el concurso preventivo”.

En ese sentido, agregaron: “En efecto, sea que la denuncia provenga de un acreedor concursal o de un tercero, puede entenderse que tal obrar genere en el juez distintas emociones en relación al denunciante. Pero las decisiones a tomar en un proceso colectivo como el que nos ocupa exceden ampliamente el interés de ese denunciante"

Cabe recordar que la intervención de los camaristas se dio luego de que Lorenzini se excusara de seguir el trámite al considerar un hecho de “violencia moral” el pedido de juicio político por parte de un abogado representante de acreedores. Sostuvo que ese hecho en particular lo condicionaría a la hora de continuar ejerciendo la jurisdicción en el proceso.

Ante este escenario, el juez de Reconquista deberá decidir si acepta la última oferta elaborada por Vicentin, o bien la rechaza y da lugar a una salida vía cram down (salvataje) con la participación de acreedores.