En la ciudad de Santa Fe, un departamento que se desocupa a la mañana y se pone en alquiler, ya es reservado a la tarde. Hay poca oferta de alquileres en relación a la demanda. Sin embargo, esta última también disminuyó en el último año, principalmente por el precio de los alquileres. 

Walter Ramírez, el presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios de la provincia de Santa Fe 1 Circunscripción, indicó que en Santa Fe la oferta es poca y la demanda es mucha, pero también aclaró que disminuyó con respecto al año anterior. “Esto tiene que ver con el alcance del bolsillo”, explicó. Previo a la última devaluación anunciada, alquilar un monoambiente en la capital provincial ya llegaba a los $100.000, un departamento de una habitación costaba entre $140.000 y $150.000, mientras que uno de dos habitaciones estaba entre $230.000 y $240.000. 

Lo cierto es que hay pocas propiedades en alquiler y desocupadas. “Lo que pasa es que los inquilinos en lugar de hacer un nuevo contrato por tres años, prefieren acordar con los propietarios y prorrogar por seis o doce meses”, aclaró Ramírez. Esto es por el precio, pero tambien por la escasa oferta. De esta manera, los departamentos no se desocupan. 

En relación a las ventas, la situación también es compleja. “Es cierto que alquilar no reditua porque un monoambiente puede salir 45 mil dólares y los alquileres están entre $90.000 y $100.000 al mes”, ejemplificó el presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios. Por tal motivo, muchos propietarios prefieren vender y utilizar ese dinero en la inversión en otro nicho. Esto también genera que muchas propiedades esten en venta y sin uso. 

Inseguridad jurídica

Ramírez aclaró que la venta de propiedades también disminuyó, justamente porque no hay seguridad jurídica en el mercado. “Hay mucha incertidumbre, tenemos una ley que se aprobó en octubre pero el nuevo presidente sostuvo que la va a derogar”, explicó y aclaró que “no se sabe qué va a pasar y eso afecta al mercado”. 

En esa línea explicó que actualmente hay contratos que están bajo la ley más vieja que es la que rige desde julio de 2020. Pero a partir del 18 de octubre, los contratos de alquiler se firman bajo la nueva ley 27.737 que cambió el ajuste a los seis meses y con otro índice. “A esto hay que sumarle los dichos del nuevo presidente sobre la derogación de esta ley”, indicó Ramírez. 

Según el representante del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Santa Fe, lo que se buscaría hacer ahora es volver al viejo sistema en el que se otorgaba la libertad entre las partes para realizar los contratos. “Este sistema funcionaba bien previo a la pandemia, pero no había estos índices de inflación”, aclaró Ramírez. 

Sin contrucción

Otro de los factores que afecta al sector inmobiliario y genera poca oferta es la disminución de la construcción. “Creemos que deberían haber incentivos para los privados para que construyan, porque como el mercado no es rentable, no lo hacen”, indicó y agregó que “si bien las obras siguen, no con la magnitud con la que se daban previo a la pandemia”.